viernes, agosto 07, 2009

La Felicidad está en Alburquerque


"Sé de un lugar cerca del sol
donde la luz t
iene color
un tono dulce de miel
deshaciéndose en mi tristeza
Sé de un lugar lejos de aquí
donde una vez yo me escondí
un sitio donde tu voz
no retumbará en mi cabeza"

(Cerca del Sol, Cooper)


A veces no hay que irse muy lejos para sonreír. Un paseo matutino, un helado a media tarde, unas cervezas o un traspiés por no mirar la maldita baldosa rota de siempre. Otras sí. A veces es necesario viajar lejos para sonreír y recuperar el color y las ganas de seguir adelante que la rutina nos quita. Viajar lejos, 700 kilómetros de tu sitio. En coche. Con amigos, complices. A sonreír en Alburquerque.

Alburquerque.... de Extremadura... que existe también. Regresar a Alburquerque con su polvo, su castillo en obras, sus cuestas, sus casas blancas, sus perritos calientes, sus gin tónics hasta arriba! y sus litros de cerveza. Sus pulseras de clicks, sus conciertos moñas y sus sorpresas musicales. Con el sol radiante en la piscina escuchando conversaciones ajenas que tienen"mucho criterio", comiendo una tostada de pan con tomate y jamón o escuchando a los "pitufos indies" entre risas. Comiendo en Portugal porque para eso tenemos coche y ganas de sentirnos como Family: "jóvenes extranjeros bordeando Portugal"... O descubriendo que no importa mucho dormir sobre piedras si uno lo hace en compañía de amigos que te despiertan con una sonrisa.
Y sobre todo para que tras una maravillosa comida de despedida, el humilde chef del restaurante Santa María de Alburquerque te de una receta mágica justamente cuando vas a marcharte de este "paraíso extremeño" y la nostalgia empieza a invadirte:
-"Volved el año que viene a ser de nuevo felices... Pero sólo un rato aquí ¿eh? que hay que ser moderadamente felices, porque ser feliz del todo es cosa de tontos".