jueves, diciembre 17, 2009

De regreso


Durante estos días cortos y noches largas he abandonado los espacios habitables de mi viaje a Nueva York y Washington. Varias cosas han pasado por mi vida que me han llevado por otros derroteros. Pero hoy de pronto mi pequeño ordenador ha recuperado las fotos que me faltaban del viaje. Esos pequeños pedazos de recuerdo que me quedan. Y me he dicho: Te falta por contarte a ti mismo delante de estas teclas la mitad del viaje. Así que retomé el barco que nos llevó el primer día de Staten Island a Manhattan y aquí estoy de nuevo... viajando... Continuemos!!!

domingo, diciembre 13, 2009

Música del frío

Llega un temporal de frío. Siberiano parece ser. ¡Con lo que me gusta a mí la nieve! Siempre he dicho que el invierno no llega hasta que no veo algún copo de nieve caer. Y ya podemos estar en febrero que siempre tendré esa sensación de que el invierno está por llegar. Ya me podré haber puesto la bufanda, los guantes, observar el vaho de mi respiración o no mirar más que al frente con ganas de llegar a mi destino, que siempre pensaré que lo mejor del invierno está por llegar.

Y se aproxima un frente siberiano con nieve. Espero que mucha. Para poderla pisar tranquilamente y reír mientras otros se desesperan por conducir sus pesados coches.

Y tengo también ganas de que llegue para poder escuchar su música. Porque la nieve tiene música. O mejor, su banda sonora. Una melodía interminable que salió de la cabeza de Tim Burton en 1990 para quedarse con nosotros.

Siempre recordaré la escena de Winona Ryder bailando mientras Eduardo Manostijeras esculpía un ángel para la fiesta de la familia. O la construcción de Eduardo en la gran mansión con el profesor Vicent colocándole un corazón con forma de galleta.... Esa música se metió en las entrañas y siempre me acompaña en estas fechas. Música heladora para sentir el calor y lo humano del frío.

Eduardo Manostijeras. Una película de invierno, una película de navidad. Siempre la veo en estas fechas acurrucado en el sofá con una manta e imaginando ese lugar, hipnotizándome con su música, con su magia. Y hacer mías esas frases finales....

"A veces aún bailo bajo la nieve. Antes de que él viniera, no nevaba nunca. En cambio después, si nevó. Si él no siguiera vivo, ahora no estaría nevando..."

¡Que venga la nieve! Rápido!


jueves, diciembre 10, 2009

Brazos y mensajes.



Hace unos meses, una noche de esas raras, me vino a la cabeza esta canción y este vídeo. Y a unos cuantos amigos les escribí un mensaje "de amor". Unos contestaron. Otros no.

Hace unas horas me ha venido a la mente estos sonidos y esas palabras. Y he vuelto a sonreír como cuando recibí la primera contestación al mensaje. Gracias Do. (¿Ves como eres importante en todo lo que me pasa?)

Estoy sentado frente a la ventana de la habitación que más horas ha ocupado en mi vida. Mirando el viejo barrio de la Txantrea. Y veo cómo se va oscureciendo hasta dejar en penumbra todo lo que me rodea. Las bajas casitas dejan ver a las farolas que se convierten en velas, las nubes se ponen rojas con el atardecer y los montes se despiden con un rojo pálido. Todo es rojo. Un rojo frío invernal. Raro pero es así. Fuera el termómetro marca 10 grados y la gente se pone bufanda. Llega el invierno.

Aquel vídeo y aquel mensaje estuvieron en mi cabeza semanas. Era pensar en él y se ponía un nudo en la garganta. Lo he recomendado miles de veces a la gente que veía sufrir por algo a mi alrededor. "Piensa en lo que tienes, piensa en los que te quieren y que nunca estás solo"... Y funcionaba... siempre funciona.

Estos días me lo estoy recomendando a mi mismo. Y poniendo al día el mensaje que envié junto a la canción de los Manel:


"El miedo bloquea. A mí me pasa. No puedo huir. Aunque lo intente.... Y de pronto te encuentras a Manel. Esos chicos catalanes que hacen maravillas como esta. La canción no tiene mucho que ver con el vídeo, pero no importa. Sigue siendo una maravilla, gracias a la que descubres que siempre puedes contar con algo pequeño o grande en número pero necesario para sobrevivir. Amigos. Que siempre están ahí para que nunca, nunca, nunca, nunca toques el suelo frío. Y que te abrazaran con un gesto, una mirada, su calor cuando las lágrimas lleguen a ti."

Pues eso. Hace unos meses, hace unos días, hace unas horas todo sigue siendo lo mismo pero con la suerte de ser diferente a la vez. Porque por mucho que parezca que todo se va a pique, que las cosas no funcionan seguís estando ahí, con una mirada, un café, una palmada o una llamada de teléfono o un paisaje cotidiano que hace que uno no se caiga.

viernes, diciembre 04, 2009

Canción de Viernes


Amanecía un domingo de noviembre. No era viernes. Entre miles de compac disc ella tuvo que elegir el último de Cooper para despertarnos. Mañana lenta. Preparaba un zumo de naranja y un café caliente en una de las casas con las mejores vistas de Oviedo. Y una sonrisa. Tranquila y amable. Esas cosas que nunca falten.

Yo tenía legañas y algo de frío. Su compañero estaba en su habitación y ella estaba concentrada en la encimera de la cocina.

-"¡Has comprado donuts!", le dije
-"Si... y magdalenas... para que desayunemos...aunque a estas horas...je,je".
- "Pues haremos un brunch!", le respondí yo.
Salió un momento del salón y me dejó solo con Cooper y las vistas. Y sonó esta canción. Como un regalo. Miré al horizonte desde la ventana y salió el sol tibiamente. Luego se ocultó. Como una premonición. Momento detenido.

Hoy es Viernes. Ayer me sumergí en lo más profundo como dice Cooper. Por un segundo. Y lo he intentado todo y ya no se me ocurre nada más que prometer....Bueno... sí... que a partir de ahora me toca ser el que no llora.

Bonita canción. Hoy es viernes y me largo quince días a descansar. Fuera de mi mundo gijonés. Lejos. Y me llevaré esta canción como banda sonora. Y aquella mañana de domingo como recuerdo. Mirando por la ventana más bella de Oviedo. Con la mejor compañía. Con la felicidad.... Sin lágrimas....

Como espacio habitable. Os quiero "Dados". No os imagináis cuánto... no os lo imagináis....


Viernesssssssssssss......