sábado, febrero 27, 2010

Vientos.

Cuando salió en la conversación el fenómeno de la ciclogénesis explosiva un amigo afirmó rotundamente: El viento trae cosas buenas y se lleva las malas. Y seguimos tomando el café dando por zanjado el tema. El viento trae cosas buenas...Con eso me quedé... Me lo guardé en mi interior. Y seguí con mi quehacer diario.
Hoy han rondado vientos fuertes por mi cabeza y por mi casa. Y cuando caminaba se colaba arenilla en los ojos. Pero no lloraba y seguía mi camino. Yo sigo, pase lo que pase.
Esta tarde, mientras veía el oleaje fuerte noté que de mi cuerpo volaba una pesada carga hacia el norte. Y se escapa por los aires. Rumbo al mar. Y me sentí más libre, más ágil y me quedé con la segunda frase de mi amigo: "adiós a las cosas malas".
Pues eso. adiós.

miércoles, febrero 24, 2010

Servilletas


"A veces pienso que el cerebro tiene envidia del corazón. Y lo maltrata y lo ridiculiza y le niega lo que anhela y lo trata como si fuera un pie o el hígado. Y en ese enfrentamiento, en esa batalla, siempre pierde el dueño de ambos.

De escrito en servilletas."

David Trueba. 'Cuatro amigos'

Las servilletas de los bares siempre han sido un mundo por descubrir. Uno se puede limpiar en ellas, las puedes arrugar para destensar tu cuerpo ante una discusión, quemarlas con un cigarrillo haciendo filigranas o puedes garabatear en ellas. Miles de dibujos, miles de ideas, miles de cosas en horas muertas de conversaciones discretas, alegres, tristes... dibujos y palabras.

Y lo peor es que muchas veces acaban en la mesa abandonadas. Y recogidas sin mucho interés por los pacientes camareros. Y dejamos ahí trozos nuestros sin darles el valor que merecen. Yo me he propuesto en mi constante "síndrome de Diógenes" no tirar ninguno de estos papelajos que garabatee a partir de ahora. Y hacer si puedo con ellos, cosas tan maravillosas como las que escribe David Trueba.

jueves, febrero 18, 2010

Direcciones



Llevo unos días repitiendo la misma dirección en mi cabeza: "Siempre hacia adelante. Siempre hacia adelante". ¿Hacía qué lugar? No importa. Hacia adelante. De momento lo importante es seguir y no perder el ritmo para salir de aquello que tanto daño te hizo. Dejarlo atrás.
Y en ese camino me encuentro con el frío, con las sonrisas de un niño, con un buen té, con unas piedras con las que tropezar, con trabajo, con unas cañas mañaneras, con miles de kilómetros de distancia, con el nuevo disco de Tachenko, con unas llaves que no funcionan, un par de libros por estrenar, con sueño, un plato de sopa de verduras impresionante, un guiño de ojos radiante, con un buen trozo de tarta de chocolate, una playa desierta, una bolsa de palomitas para ir al cine, una lágrima contenida, el silencio por respuesta y una señal en las montañas nevadas que me dice: "Sigue adelante".
Y eso es lo que estoy haciendo. Seguir mi camino. Sin prisa. Con velocidad. Sin pausas. De Seguido. Como sea, pero con paso firme y feliz.

lunes, febrero 01, 2010

Preguntas



Cuando uno conduce, las canciones suelen ser buenas acompañantes. Mucho más si vas solo delante del volante. La autopista es monótona y da qué pensar. Y si esas ensoñaciones se acompañan con música el cuerpo se acomoda al viaje, al paisaje y todo se convierte en un trocito habitable.
Hace un par de meses cayó en mis manos una joya musical. Era de noche, en torno a las dos de la mañana. Estaba doblando la última curva de la autopista en Altube camino de regreso a Pamplona. Una vez más. Un fin de semana más. Y de pronto, la lista de reproducción de mi Ipod eligió que era el momento de darme este regalo: 'La luna debajo del brazo' de Quique González.

La noche, entre guitarras, me hizo lentamente esa pregunta: "¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí?" Y yo quise contestarle. Pero no me salían las palabras. Sólo silencio y estrellas. Silencio y estrellas. Atento a la voz de Quique, a su melodía, "como si fuera a llevarme la luna debajo del brazo".

Y me vi en verano con el coche de viaje por Cádiz como dice la canción. Con mis amigos, riendo entre salitre y cervezas... Me vi en conversaciones trágicas y alegres con cafés y sillas mal colocadas en los bares de siempre... "como si fuera a llevarme la luna debajo del brazo".

"lo tuvimos tan cerca que nunca lo vimos
lo perdimos tan fácil que valió la pena"

Cuántas cosas pasan por la vida de uno de esta manera y nos damos cuenta de lo importantes que son cuando han pasado.

"y ahora quiero llamarte por teléfono
y decirte que aunque no me diera cuenta en aquel momento
aquello fue importante para mí"

Aquella noche fue importante para mí. Y hay días que me acuerdo de aquello que sentí como nostalgia. Y espero. Con emoción y paciencia. Espero pensando a que la noche me vuelve a preguntar entre guitarras "¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí?.

(.... i'm coming .....)