
¡Vivan las castañas! de toda clase, calientes, frías, asadas, una noche de sábado o en plena tarde jugando al mus rociados de pacharán. En El Bierzo tuve este año mi particular iniciación a esta tradición tan otoñal. En Balboa, un sábado (10/nov/07) frío en una payoza con amigos y un té con leche. (Luego cervezas, claro, pero es que la tarde dio para mucho).Normalmente siempre me como mis primeras castañas en Pamplona, en el puesto de la Calle Comedias.Y todavía toco los botones con ruidos del trenecito que hace de horno. Como cuando era niño...Olor a castañas en mi calle favorita de mi ciudad. Pero este año, el trabajo me ha impedido disfrutar de una tradición tan propia. Y tuvo que ser en otro sitio y con otra gente, pero igual de feliz. Porque al final eso es lo importante.
Es tiempo de castañas!!!!!!