sábado, febrero 27, 2010

Vientos.

Cuando salió en la conversación el fenómeno de la ciclogénesis explosiva un amigo afirmó rotundamente: El viento trae cosas buenas y se lleva las malas. Y seguimos tomando el café dando por zanjado el tema. El viento trae cosas buenas...Con eso me quedé... Me lo guardé en mi interior. Y seguí con mi quehacer diario.
Hoy han rondado vientos fuertes por mi cabeza y por mi casa. Y cuando caminaba se colaba arenilla en los ojos. Pero no lloraba y seguía mi camino. Yo sigo, pase lo que pase.
Esta tarde, mientras veía el oleaje fuerte noté que de mi cuerpo volaba una pesada carga hacia el norte. Y se escapa por los aires. Rumbo al mar. Y me sentí más libre, más ágil y me quedé con la segunda frase de mi amigo: "adiós a las cosas malas".
Pues eso. adiós.

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