sábado, octubre 30, 2010

Cruz de Olvido



No es una canción triste. Aunque lo parezca. No va a ser un post triste. Aunque lo presienta.

Hace siete años, en un frío octubre de 2003 compré un disco de Chavela Vargas, la mexicana que mejor canta del mundo. Andaba yo revuelto. Lluvioso, mudo y esta canción llegó en ese CD como una promesa.

"La barca en que me iré, lleva una cruz de olvido".
Pintaba en las tediosas reuniones garabatos con forma de barca con una o dos líneas en forma de cruz. Y soñaba que huía de lo que me estaba ocurriendo. Y me prometía que el día que abandonara ese lugar, sería la canción que iba a sonar lentamente mientras veía pasar los árboles, los coches, el mar...

"Lleva una cruz de amor y en esa cruz sin ti me moriré de hastío".
Y el disco fue guardado como oro en un cajón lejos de mi vista para no acordarme, para no ponerlo y romper la promesa que me había hecho. La de veces que estuve tentado a sacarlo de su caja y darle al play para disfrutar de la voz de Chavela. Pero no. Esta iba a ser la canción que iba a sonar lentamente mientras viera pasar los arboles, los coches, el mar y los recuerdos de lo que dejaba atrás.

"Con el atardecer, me iré de ti, me iré sin ti
me alejaré de ti, con un dolor dentro de mí
te juro corazón, que no es falta de amor, pero es mejor así
un día comprenderás, que lo hice por tu bien,
que todo fue por ti.

La barca en que me iré, lleva una cruz de olvido
lleva una cruz de amor y en esa cruz sin ti
me moriré de hastío.

Culpable no he de ser, de que por mí puedas llorar

mejor será partir, prefiero así, que hacerte mal
yo sé que sufriré, mi nave cruzará un mar de soledad
adiós adiós mi amor, recuerda que te amé, que siempre te amaré"

Hoy llovía en Gijón a las dos de la tarde. No era un día feliz como soñé aquel mes de octubre. Pero había que cumplir la promesa. Montado en la furgoneta, los cascos puestos, la mirada fija en los coches, en los árboles, en el mar...

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