sábado, octubre 10, 2009

Ojos


Son dos ojos de metal que en verano pasan calor y en invierno frío. Que aguantan suspiros, risas, toses y alguna lágrima de emoción. Que soportan estoicamente que los niños les zarandeen, que los mayores se apoyen fuertemente o que alguna alma quiera dejar en su cuerpo la señal de que estuvo allí con una fina navaja. No importa. Siempre están ahí.
Son dos ojos que no hablan. Porque si hablasen... ¡Ah!... si hablasen... Las palabras que han escuchado serían las primeras en salir. Llenarían todas las calles de Nueva York. Letras y signos que caerían desde las más altas torres de la ciudad que nunca duerme como cascadas de recuerdos, deseos y felicidad.
El segundo par de ojos del Empire State nos abrió su mirada cuando introdujimos los 50 céntimos de ilusión. Y nos enseño cómo ve él la ciudad. Una ciudad circular dispuesta a ser espiada. Pequeños coches que se paran al paso de los peatones. Ventanas indiscretas donde una pareja empieza una historia de amor.... El Flatiron imponiendo su división de calles, El edificio de la Chrysler sonriente y enigmático, el hueco profundo de las Torres Gemelas... Y nosotros hablándole... Con la voz y con los pensamientos. Y el pequeño catalejos tragando nuestras historias. Nuestros deseos...
Nueva York tiene los prismáticos más bellos que he conocido. Mucho más bonitos que los que me enamoraron en la bretaña francesa. Sus dos ojos abiertos son algo más que dos lentes focales... son pequeñas cajas de ilusión donde almacenar palabras, sueños y felicidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ainsss(suspiro)...

Deibis dijo...

ese suspiro es muy profundo... (y te delata..je,je) Espero que te esté gustando y que estés recordando. Gracias guapa!