viernes, octubre 16, 2009

Top of the Rock


Rockeffeller Centre. Nueve de la noche. El helicóptero se acerca y sí, lo que parece una tontería es real. El copiloto nos saluda. Sonríe. Y luego da la orden a su compañero y siguen su camino por los cielos de Nueva York. Dejando al personal atónito y con tema de conversación. Eso es esta ciudad. Una caja de sorpresas.

Porque la puesta de sol en este edificio fue eso. Una caja de sorpresas. Jamas mis ojos vieron un cambio tan radical en el paisaje urbano. ¡Cómo es Manhattan de noche! Esas lucecitas colocadas estratégicamente en las ventanas de los rascacielos, esos barcos por el río Hudson, esas brumas... El sol no se va. Sólo se aleja de uno. Aquí la luz es importante.
Desde la terraza el faro de Nueva York, el Empire State, nos ofrecía color blanco. Times Square parecía un horno iluminado de estrellas y destellos. Central Park eran sombras misteriosas.... Ver atardecer en el edificio conocido como Top of the Rock es encontrar que esta ciudad sabe enamorar a la tarde. Bien lo conocían los obreros que lo construyeron el edificio. Ahora entiendo porque sonreían en las conocidas fotografías que cuelgan en más de una casa. Eran felices sabiendo que hacían historia. Que eran importantes.
Trabajadores de alturas haciendo un complejo de 19 edificios donde está el Radio City Music Hall, los estudios de la NBC y la famosa pista de hielo que todos los inviernos se instala en sus jardines del edificio principal.

En ese edificio, Diego Rivera, el marido de Frida Khalo, pintó en la entrada del edificio uno de sus murales por encargo. Lo llamó 'El hombre en una encrucijada'. Era la gran obra de Rivera en Nueva York. Pero un ligero detalle acabó con ella. El pintor mexicano tuvo la idea de retratar en él a la figura de su adorado Lenin. Y la familia Rockeffeller, indignada y acosada por la prensa, lo tapó y más tarde lo destruyó. Años más tarde Rivera lo volvería a pintar en México prácticamente como lo dibujo en Nueva York. Y en el edificio de los Rockeffeller colocaron en su lugar lamparas, ascensores y algo de frialdad Art Deco solo rota por la inscripción que hay en la fachada. Un dios del rayo sujeta con sus manos una leyenda en inglés que dice: "Wisdon an Knowledge Shall be the Stability of Thy Times" (La sabiduría y el conocimiento serán la estabilidad del tiempo). Dejemos pues... que lleguen a nuestras vidas.


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